Resulta que a más de uno ya se le han hinchado las pelotas y se han arrojado las masas a las plazas para protestar contra el sistema y exigir de paso un cambio radical que, de momento, nadie sabe muy bien en qué consiste exactamente, a dónde queremos que nos lleve ni quién debe tomar el timón que lo guíe. Pero por algo se empieza, oye. Nombre ya tiene, y varios: 15M, Spanishrevolution, DemocraciaRealYa!... Y el primer paso para empezar tamaña revolución es recurrir a las mismas recetas del viejo mundo que pretendemos cambiar: maridaje de cruce de brazos con búsqueda de culpables de errores del pasado y aliño con mezcla de quejas, lamentos y exigencias a terceros. Rápido, fácil y para toda la familia!
Pretender reorganizar el universo con esta pócima milagrosa como única herramienta no deja de ser un síntoma más que refleja a la perfección la burbuja de golosina en la que seguimos viviendo una parte de la humanidad. Especialmente en occidente, donde conceptos como simpleza, confort, avaricia o inmediatez han desplazado a otros como trabajo, sacrificio, compromiso o entusiasmo en el Top10 de nuestra escala de valores. Hemos aceptado el triunfo de todo lo perecedero, del uso rápido y de lo fácil de tirar. Y en este caso que nos ocupa se traduce en que estamos convencidos de que para curar males endémicos basta con sólo levantar las manos. Vamos, que a mí me huele a que queremos reducir nuestro colesterol pero sin salir del burgerquín. Y si finalmente no lo conseguimos, siempre podemos echar la culpa luego a ronalmacdonal.
Ahora resulta que nos hemos despertado de la siesta (¡por fín!) y caemos en la cuenta de que nos han engañado los vendedores de crecepelo. De un guantazo vemos con una claridad meridiana que los desalmados líderes del mundo nos habían vendido una realidad virtual que nos hizo sentirnos Los Reyes del Mambo pero a la que se le han acabado las pilas. ¿Que chasco, no? Jooo! Y ¿cuál es nuestra reacción? Pues acampar frente al cortinglés y exigir que nos devuelvan nuestro dinero o que nos cambien el crecepelo por otro que de verdad funcione. Que la calvicie acucia y queremos lucir divinos para el finde.
![]() |
"El Pic-nic", cuadro de Fernando Botero. |
El sistema está podrido, dicen, como si éste hubiera surgido por generación espontánea y una plaga nos hubiera llovido del cielo enfermándonos la existencia sin ninguna responsabilidad por parte de quienes ahora protestamos. ¿Y quién ha estado engordando a todos estos sátrapas que ahora resulta que son los culpables de todos nuestros males? Los clubes de fans de todos estos vendedores de crecepelo eran, que se sepa, bastante numerosos. Y lamentablemente lo siguen siendo. Los que acampamos hoy en las plazas vitoreábamos hasta hace muy pocos días a zapateros, a rajoyes y a arturmases; teníamos como modelos de conducta a seguir a botines, koplowitzes o marioscondes; y nos creíamos todas las fábulas de los cuentacuentos.
Manifestar abiertamente una queja es siempre positivo en cuanto a que ejercemos uno de los derechos universalmente reconocidos y damos a conocer públicamente nuestro desencanto facilitando además el encuentro y el intercambio entre personas aquejadas por nuestras mismas dolencias. Y esto, en sí mismo, ya reconforta. Bastante. Pero con sólo quejarnos, con buscar culpables a los que quemar en la hoguera pública, no estamos solucionando, hijomío, los problemas que nos acucian, que son bastante más profundos y arraigados. El sistema apesta, es cierto. Y ya estamos hastalosgüevos de las náuseas. Pero, además de señalar con el dedo, cada uno tendríamos también que hacer de paso un intenso ejercicio de autoevaluación crítica a nivel individual. De lo contrario, un movimiento tan importante y con tanto potencial como el que acaba de surgir estará cojo desde su nacimiento. De lo contrario, cambiarán los títeres del guiñol e incluso serán otras las manos que los manejen pero corremos el riesgo de que presentación, nudo y desenlace sigan siendo la misma historia de siempre. Y, sobre todo, asumamos en profundidad que la revolución que pretendemos es un plato de larguísima elaboración que nada tiene que ver con el fast-food al que estamos acostumbrados. A ver si al final resulta que podemos comernos el mundo y todo se va a quedar en un pic-nic de pataleta con pucheritos.
Si te ha gustado el post
vota por ÁcidoPúblico en el
vota por ÁcidoPúblico en el
Blog Writer Award
Tengo que dar las gracias a la madrugada y a mi hermano Jorge por la inspiración:
ResponderEliminarhttp://pokerjorge.blogspot.com/2011/05/es-twitter-un-arma-de-guerra.html
muy interesante tu comentario , ojala todos puedan unirse y lograrlo
ResponderEliminarMuy bueno la verdad ! gracias por la parte que me toca ;)
ResponderEliminarUn Fuerte abrazoooo
La unión hace la fuerza, y lo importante es que la gente levante su cómodo culo del sillón para manifestarse ¿El problema? Que hay mucha ignorancia en el mundo...
ResponderEliminarEl comentario de antes no es mío, sería dejado desde mi casa, imagino que por Susa.
Cuidado cuidado, dado el "sistema" de exceso de falta de moralidad, egoismo ceguero personal, avaricia brutal os hacen UNA PELIGRO SOCIAL. Bienvenidos ;)
ResponderEliminarEfectivamente tienes razón. Opino que solo nos ven como consumidores y por lo tanto gracias a nuestros actos diarios tenemos el poder,y mediante la acción colecctiva exigir que cambien sus actos. Pero esto sólo se logra con la unión y la colaboración de millones de individuos. Hasta que esto no quede bien claro un cambio social no será posible.
ResponderEliminarPuedes tener razón, pero también la tendría yo si te digo que en un blog de internet no consigues nada. Pero por algo se empieza, tanto con tu blog como con el 15-M. Antes de criticarlo desde fuera, intenta cambiarlo desde dentro.
ResponderEliminarDesgraciadamente esto es una verdad como un puño, todo este tipo de movimientos cuando nacen nos parecen que muy interesantes y nos dan ganas de saltar a la calle a movernos tambien pero lo tragico es cuando ves que pasan los dias el entusiasmo y simpatia inicial desaparece como una nube de humo.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo con este Blog que se tienen que cambiar las cosas pero por desgracia creo que el ser humano no tenemos la suficiente inteligencia como para mirar para delante con determinacion y osadia. Si la gente antes de manifestarse por algo no mira hacia atras y hace autocritica de aquellos pasos que como individuo ha cometido para que el avispero se alborote de nada servira una manifestacion de pataleo!!
Fdo: Xouba el Hereje
Gracias, Don Xouba, por sus palabras de ánimo. Tiene usted demasiada poca fe en la inteligencia humana, por lo que se ve. Nuestro caso es muy distinto, creemos profundamente en el individuo, en su capacidad transformadora y, por supuesto, en su inteligencia. Lo que sí es cierto es que tal vez no la estemos empleando del todo correctamente distraídos por la "vida moderna".
ResponderEliminarUn saludo y gracias por leernos.
Hola D.Ácido. Coincido en que este sistema y las personas que lo dirigen son manifiestamente mejorables.
ResponderEliminarTambién en que todos, mas o menos activamente, hemos contribuido a esto. Hemos perdido la cultura del esfuerzo que a nuestros padres les sobraba.
Dicho esto, lo que me chirria es que este movimiento se produce, casualmente, a las puertas de un cambio de gobierno, y siempre más virulentamente contra gobernantes del mismo bando.
Por otra parte, pienso que las propuestas de este movimiento se podrían articular entorno a unas siglas que intentasen tener representatividad por la vía de las urnas. Pero me parece que esto no interesa, será que muchos de los integrantes ya tienen su opción política aparte de la indignación? (conozco casos,ojo)
Ya que me pongo, diré que me he molestado en leer las propuestas que han salido en los medios, la mayoría son utópicas y con profundas contradicciones.
Por poner un ejemplo, recientemente en la ciudad donde resido, creo que fue una convocatoria nacional, se produjo una manifestación indignada en la que pude observar dos carteles juntos "no al pago de la deuda" y "no a los recortes sociales".
No es contradictorio que no queramos pagar lo que debemos, y tampoco recortar el estado del bienestar que hemos conseguido emitiendo dicha deuda?
Puede que el sistema nos haya convertido en parte en un rebaño, pero los indignados no se salvan de ello, aunque no quieran ver quien lleva la vara.
Siento el rollo. Un abrazo
Por cierto, me parecen excelentes tus artículos.
ResponderEliminarA ver cuando nos vemos.
Otro abrazo