En este humilde foro ya recogimos en su día -en el post titulado 'Actualidad: analgésico contra la realidad enferma'- algunas reflexiones acerca de ese tipo de noticias que vienen a confirmar lo que ya todos sabemos. Esta vez es el Consejo de Administración de RTVE, bautizado desde hace unos días como 'La Banda del Telediario', quien nos ofrece una reveladora visión de la transtienda de la política y, muy en particular, de su insalubre conexión con los más exclusivos lupanares en que (se) han convertido los medios de INFORMACIÓN comunicación patrios. Pasen y vean, queridos compatriotas y observadores forasteros. No dejen pasar estas raras ocasiones en que tan herméticos clubes están accidentalmente de Jornada de PIERNAS Puertas Abiertas.
Y en ÁcidoPúblico volvemos, por la parte que nos toca, también a las andadas porque, de nuevo y ya van tres, un comentario nos ha madurado a post. Esta vez le ha tocado el turno al blog de Antón Losada en el que se recogen unas muy sensatas reflexiones acerca del particular tema que nos ocupa. El comentario dejado por ÁcidoPúblico -y pedonen la autocita - fué el siguiente:
"A
ver cuándo alguien llama ya, de una vez por todas, querido Antón, a las
cosas por su verdadero nombre, sin tapujos ni tanto eufemismo ni leches. A
España nos está siendo particularmente complicado lidiar con los efectos
de una crisis mundial por una única razón: nadie de los de ahí afuera
(llámele mercados, prestamistas o como le venga a usted en gana) confía
un carajo en nuestros políticos. No en España o en su economía o en sus
gentes. En SUS POLÍTICOS.
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"Duelo a Garrotazos", también conocido como "La Riña" (1820-1823), fresco de Francisco de Goya que decora los muros de la Quinta del Sordo, Madrid. |
Porque, muy al contrario que los
españolitos de a pie, los de las altas esferas de ahí afuera saben a la
perfección con qué clase de personajes han de jugarse los cuartos. Y el
asunto que ocupa hoy este su post es sólo un brevísimo muestrario al que se
podría añadir aeropuertos sin aviones, ERES festivos, ministros sin
educación superior, subvencionismo del parasitaje, administraciones
y organismos públicos ineficientes... y un lamentable e interminable percal que zanjaremos con un escueto etcétera.
Vamos,
que -como ya todos sabemos- nuestros tribales y triviales líderes han convertido la 'cosa pública' en un obsceno criadero de redes clientelares, en un
disparatado coladero legal de millones y en un esperpéntico sarao de
chabacanería, de mediocridad intelectual, ética y
curricular. Y con este panorama -no podía ser de otro modo- los expertos gestores que financian los estados 'urbi et orbe' no nos creen ni los puntos de
la íes y denominan a eso 'crisis de confianza'.
Eso, claro, los
de ahí afuera. Los de aquí adentro, en cambio, seguimos empeñados en
contemplar el goyesco 'Duelo a Garrotazos' desde el burladero, alentando bien a unos bien a otros, y permitiendo mientras tanto que las
decisiones importantes las tomen vaya usted a saber dónde los que después
señalaremos como culpables de la sangría. En lugar de quitar de las manos a toda esta banda de necios incautos aprendices de hamposos las armas blancas que les hemos dado hace ya tiempo y con las que están desangrando el país y su dignidad. Más nos valdría devolverlos, a unos y a otros vulgares navajeros, de vuelta al anonimato y la mediocridad de la que nunca debimos permitir que medraran. Pero claro, para hacer eso ahora -quitarles la chaira, quiero decir- hay que tenerlos bien puestos. Y no
sé yo si el estado de bienestar nos los haya descolocado un poquito."
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